El Síndrome de la Impostora puede llevarnos a dudar de nuestras habilidades, logros y a temer ser descubiertas como un «fraude».
Adiós impostora… ¡Hola mujer empoderada!

El Síndrome de la Impostora puede llevarnos a dudar de nuestras habilidades, logros y a temer ser descubiertas como un «fraude».
Te viene de repente un cliente con una petición. Notición. Te ha arreglado el mes (y tú, que te querías tomar unos días de sabático, ahora que estás terminando de maquetar el cojomaster en el que te has sumergido durante los últimos seis meses…).